jueves, 4 de octubre de 2012

Escalosfríos (XII)


Desperté en mitad de la noche. La oscuridad lo bañaba todo, mi respiración estaba acelerada, mi corazón latía con la misma velocidad con que lo hace el miedo, el pulso me temblaba de forma incontrolada, la cabeza me dolía. Mis pulmones cogían oxígeno como si fuera la primera vez que lo hacían en toda mi vida, el pecho me dolía al respirar, la violencia de mi respiración hacía que me doliese. En mi vientre podía sentir como si algo me hubiese estado presionando, o como si alguien se me hubiera puesto encima. En mi cuello también notaba presión, como si hubieran tratado de estrangularme mientras dormía, el sudor me empapaba por completo y el frío me invadía. Me levanté corriendo y encendí la luz, miré medio a ciegas pero no vi a nadie, cauteloso me fui hacia el salón, pero sólo encontré el silencio... algo atemorizado me senté en una de las mecedoras, poco a poco mi cuerpo iba recuperando su estado normal, mi respiración se fue calmando a pesar de que el miedo seguía teniéndome en sus brazos, el calor fue volviendo a mi poco a poco. Tenía la mente en blanco, no podía pensar con claridad, mi mente se debatía entre el estar en blanco o pensar en qué hacer, la intranquilidad se mezclaba con la inmovilidad de mis miembros, y la rapidez de mi sangre, con la extraña sensación de que mis nervios no mandaban información alguna al resto del cuerpo. Desencajado, parecía que me viese desde fuera de mi, allí, quieto, en esa mecedora, pero a la vez intranquilo, con ganas de gritar. No sabía que hacer, necesitaba llamar a alguien, necesitaba hablar con alguien pero ¿a quien llamo? A mis padres no, los preocuparía en exceso, ¿a mis hermanos? Conociendo a Lucas se vendría desde su casa hasta la mía conduciendo a toda velocidad, y conduciendo como conduce, lo mas probable era que tuviera un accidente, y mis hermanas... Vivian muy lejos y a estas horas no hay transporte. No, a Claudia tampoco, mañana había que trabajar y ella no tenía por qué aguantar mis tonterías, y menos una pesadilla, pero quería hablar con ella, lo necesitaba...

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